Cierre de encuesta semanal: Adelantamiento de elecciones

El próximo jueves se pasará a votar en el parlamento nacional el proyecto de ley para adelantar las elecciones al 28 de junio, que ya cuenta con la media sanción de una de las cámaras legislativas. PMO preguntó a sus lectores acerca de qué le pareció la resolución de la presidencia de adelantar dichas elecciones legislativas.
Solo un 3,3% no sabe o no contesta. Por su parte el 10% considera estar de acuerdo. Por otro lado un 23,3% afirma que no esta de acuerdo con la medida. Un abrumador 63,3% contestó que se trata de simple oportunismo.
PMO valora incansablemente la opinión de nuestros lectores. De todas formas, en los últimos tiempos hemos utilizado este espacio para, en primera instancia, hacer un análisis de la proyección de votos, pero por otro lado, para expresar nuestro pensamiento sobre los temas de actualidad. Una suerte de artículo editorial.
Con respecto al adelantamiento de las elecciones legislativas, consideramos que se da en un contexto complejo pero factible para la estrategia política. No es de extrañar, que tras la derrota del oficialismo en la provincia de Catamarca, que oficia de "termómetro" electoral, sumado a la situación compleja de crisis mundial, y a los múltiples conflicto social que atraviesa en el país, se opte por una medida así. Una medida estratégica de un gobierno que se enfrenta a una doble crisis: la internacional y la nacional. La primera influida por los vaivenes económicos mundiales y profundizadas por la falta de políticas de contención económica para el país. Estas primeras darán y dieron, históricamente, paso a las segundas. Las grandes empresas multinacionales y/o nacionales corporativas deben reducir gastos y comienzan por lo más débil: los empleados. Esto acarrea una serie de revueltas y conflictos sociales liderados generalmente por los trabajadores desocupados. Pero para empeorar esta compleja situación, se suma la falta de políticas y decisiónes precisas que contengan al total de la población, expresada en la falta de respuesta a problemas de base, como la educación, la inseguridad y la salud. Estos son solo algunos motivos para reiterar lo que hemos dicho en otras oportunidades, la crisis (internacional y nacional) no la deben a pagar los sectores populares bajos.
Dentro de este complicado, pero interesante contexto, es lógico pensar en una estrategia política que garantice la mayoría del oficialismo en el poder legislativo nacional y provincial. Todo estoy con miras al 2011 y las próximas elecciones presidenciales.
Lo cierto es que la decisión última es del pueblo. O sea tuya!